comunicado de la cc ari sobre la situación en bolivia

 

 

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REAFIRMAMOS EL ORDEN CONSTITUCIONAL Y DEMOCRÁTICO COMO BASE DE LA ORGANIZACIÓN PARA LA PAZ Y LA PROSPERIDAD EN LA REGIÓN

Como establece la Carta Democrática Interamericana afirmamos que, son elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al estado de derecho; la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto, como expresión de la soberanía del pueblo; el régimen plural de partidos y organizaciones políticas; y la separación e independencia de los poderes públicos.

Asimismo resaltamos la subordinación constitucional de todas las instituciones del Estado a la autoridad civil legalmente constituida y el respeto al estado de derecho de todas las entidades y sectores de la sociedad son igualmente fundamentales para la democracia, como afirma la Carta Democrática suscripta en el año 2001 por los países miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Las Fuerzas Armadas siempre deben subordinarse a las instituciones del Estado y abstenerse de toda participación que vulnere el orden democrático.

Nuestra historia en la región ha dado cuenta de que no han sido la solución, sino que dieron inicio a los periodos más violentos y complejos en la vida de nuestros países.*

Mantener el imperio de la Constitución es imprescindible, respetando la periodicidad de los mandatos y la división de poderes sin correrse un centímetro de la vía democrática. Ese no fue el camino elegido por Evo Morales y fue el inicio de la alteración del orden constitucional y democrático que hoy vive Bolivia.

Morales intentó una nueva reelección que le estaba vedada por la Constitución, llamó a un plebiscito para poder hacerlo, desconoció el resultado adverso de ese referéndum, se presentó, pese a ello, a la elección lo que coronó estos hechos con la adulteración del resultado electoral que la OEA señaló en su informe sobre las elecciones bolivianas del 20 de octubre pasado.

La única forma de solucionar los conflictos políticos es garantizando elecciones libres, sin fraude y en paz, en las que la que todos los sectores políticos, no solo los partidarios de Morales, convoquen al respeto del estado de derecho.

Exhortamos a que se garantice la seguridad del presidente y los diputados y senadores que deben cumplir con la Constitución y lineamientos institucionales.

Bregamos por una región en paz con democracia, instituciones fuertes e independientes que renuncie a la violencia, y no se utilice a la ciudadanía como rehén.